agosto 14, 2021

Esta ciudad se ha transformado en el nuevo polo gastronómico y turístico del sur de Chile. Su belleza, múltiples panoramas y variedad de restaurantes crece a pesar de la pandemia. Quisimos vivir la experiencia en primera persona y nos enamoramos de un hotel boutique acogedor y tradicional, que hace poco incorporó a sus instalaciones a la sanguchería “Pan con chancho”. Pura buena vida y disfrute.

Por: María José Winter / @mjosew

En mapudungún, “Kalfu” significa “azul”. El mismo color del lago Llanquihue que rodea la bella ciudad de Puerto Varas. El hotel boutique que nos recibe en nuestro recorrido gastronómico por esta ciudad de la Región de los Lagos, nos transmite serenidad. Definitivamente un agrado.

Es una verdadera joyita para hospedarse. Hace casi 10 años, Horacio Bovolo y su pareja Carmen García (ambos con años de experiencia en hotelería), se enamoraron de esta casona que pertenecía a una familia de colonos alemanes y que se ubica a 15 minutos caminando del centro,  a pocos pasos del lago. “La casa estaba en estado de coma. De hecho un amigo me dijo ‘el fósforo es tu solución’. Pero seguí consultando a arquitectos, hasta que uno me planteó la idea de poner en valor la casona, integrando volúmenes nuevos, respetando la línea original de la estructura”, explica Bóvolo. Es así como en pocos años, aumentaron de 11 a 20 habitaciones.

 

Además de lo lindo y acogedor que es el lugar, donde sus dueños te atienden personalmente con mucha calidez, nos hemos encontrado con muchas sorpresas. Para partir, todas las maderas utilizadas son nativas de la Patagonia, originales o recicladas, como el alerce, canelo, mañío, ulmo y laurel. Lo antiguo se combina perfectamente con instalaciones de última generación. Casi todo su trabajo se basa en el concepto de sustentabilidad. La caldera tiene un 98% de aprovechamiento, incorporaron energía solar a través de paneles en los techos, lo que da énfasis al comercio justo y a la economía circular. Por ejemplo. La nueva pieza que están habilitando se está remodelando con tejuelas de un remate, vigas usadas, pisos de laurel y otros detalles que se tratan de volver a poner en valor, contribuyendo a su huella de carbono. “Es un círculo virtuoso. Tratamos de revalorizar nuestro patrimonio y darle espacio al desarrollo del comercio justo, apoyando las ferias artesanales y las compras locales. Así, con la certificación de la Huella de Carbono en cero, captamos mucho público europeo. Hemos podido crecer porque hemos tenido siempre niveles de ocupación importantes, con 78% de ocupación anual en tiempos normales”, explica Horacio.

 

 

Y siguiendo esta línea de apoyarse mutuamente entre emprendedores y crear alianzas que saquen lo mejor de dos mundos, hace ocho meses comenzó una sociedad entre Kalfu y la sanguchería “Pan con Chancho”. Una alianza que ha traído alegrías. Buenas cifras y mucho chanchito ahumado.

El invitado genial

 El emprendimiento del chef Gustavo Sandoval comenzó hace seis años atrás, enamorando a sus comensales con unos sándwiches de pulpa de cerdo y chancho ahumado para chuparse los dedos.

Incluso en tiempos aquellos, nuestro querido Patricio Cisternas los visitó para el programa de televisión Hacedor de Hambre.

Pero la pandemia cambió las cosas. “Cerré un tiempo por las cuarentenas y me puse a negociar con el dueño del local donde estaba instalado. No me pudieron hacer ninguna concesión, así que tuve que cerrar. Empecé a trabajar los fines de semana como dark kitchen. Se empezó a reactivar de a poco la cosa y ahí apareció Horacio”, explica el cocinero. Hotel Kalfu había estado cerrado desde marzo a septiembre del 2020, y en su plan de reapertura, al dueño se le ocurrió llamar a Gustavo para que se instalara con ”Pan con chancho” dentro del hotel.

Cerraron el acuerdo y en diciembre del año pasado abrieron el local, que recibe a sus clientes en el mismo sector donde toman desayuno los hospedados del hotel. Entre Pedidos Ya, los regalones que siguen las preparaciones de Gustavo y los clientes del hotel que se tientan con los olores ahumados que empiezan a aparecer en la hora de almuerzo, la cosa ha ido para arriba.

Y es que cómo no tentarse con las creaciones del chef. Cada base de carne, se puede ir mezclando con los diferentes agregados. El Chancho borracho, por ejemplo. Un cerdo cocido lentamente en vino blanco, tipo lomo kassler. Le agregas QL, que consiste en chucrut, ají verde y mostaza y ya estás. O “en misa”: cebolla morada, pepinillo y salsa barbecue. ¡Delicia!

Los nombres fueron creados en base a los dichos del puerco, como “chancho en misa” o “te fuiste al chancho”, logrando unas mezclas espectaculares que se complementan a la perfección en un pan crujiente y medio dulcecito. Y aunque el fuerte de la casa son los sánguches, a la hora de almuerzo se ofrece también una carta reducida de cinco platos: costillas, lomo, salmón, pollo y ravioles, cada uno con acompañamientos a elección.

Nada puede salir mal de una alianza entre un hotel boutique y una sanguchería popular. El hotel ha recibido buenas críticas, ha mejorado su posición en Tripadvisor y tuvieron que agrandar la cocina del restaurante. Puras buenas noticias para dos rubros que se han visto muy golpeados este último tiempo y que esperamos, poco a poco, se empiecen a reactivar y crecer. Dos lugares que no te puedes perder en tu próxima visita a la linda -y cada vez más cosmopolita-, ciudad de Puerto Varas.

Instagram: @casakalfu

Web: http://casakalfu.cl/

Instagram: @panconchancho_sangucheria

Dirección: Tronador 1134, Puerto Varas, Los Lagos.

 


SUSCRÍBETE