Chalupitas, Enchipotladas, Champiqueso… da lo mismo si no entendemos exactamente el nombre, porque la comida mexicana bien hecha siempre es bienvenida. Y esa es la experiencia que se vive en este local, que hace más de 3 años, nos traslada a esos sabores mexicanos tan particulares. Órale Wey.
Por: María José Winter / @mjosew
Solo faltaron unos mariachis de fondo, para sentir que estaba en la mitad de Ciudad de México. Cada plato que probamos, nos teletransportaba al país del picante. Y así con el correr de las horas, los auténticos sabores mexicanos acompañados de un servicio excepcional, nos dejaron más que satisfechos. “En los últimos años ha habido un boom de comida mexicana en Chile, pero vemos mucha fusión y comida ´internacionalizada´. Nosotros creemos en mantener los sabores tradicionales con ingredientes frescos, con recetas originales y todo hecho en casa, desde nuestras tortillas, hasta nuestras salsas y donde el trato con el cliente es amigable y cercano para hacerlos sentir parte de la familia”, explica una de sus socias.
El Zócalo nació como un emprendimiento familiar en el año 1991 en El Salvador, de la mano de José Erasmo Perez y su señora Martha Ruiz. Durante años el nombre se ha mantenido como un ícono de la comida mexicana en Centroamérica, con una visión a nivel nacional e internacional.
Esto se concreta en 2018, cuando llega a Chile, a raíz de una alianza entre la familia Perez Ruiz y la dupla madre-hija, formada por Felicita Peña y Marcela Rivas.
Parte de sus inicios. Pero hoy, acá estamos en pleno Alonso de Córdova dispuestos a probar de todo. Para qué partir suave, si podemos partir con todo. Tráiganme por favor un Rosalinda a la mesa, con tequila José Cuervo reposado, infusión de rosa de agua de Jamaica, goma, jugo de limón y menta. Perfecto para comenzar con una entrada de guacamole rolls (tortilla de maíz con guacamole y una salsa chipotle… perfecto para los vegetarianos) y uno tacos pancho villa bien crocantes, adobados con proteína a elección en su interior y bien bañado en salsa ranchera.
Para los que prefieren pasar el picante sin alcohol, perfecta es el Agua de Jamaica, muy típica de México; y una horchata, un bebestible con leche, canela, frutos secos y vainilla. Casi como un postre. Y justo al mismo tiempo, llegan las “Momias poblanas”, unos mini burritos de textura crunchy, rellenas de carne y envueltas en tocino y cebolla encurtida. Una bomba. Otro plato estrella es la chimichanga, que es una gran tortilla con queso fundido y proteína, que viene casi escondida entre toda la deliciosa salsa ranchera encima.
“La esencia de El Zócalo es la familia. Desde el hecho que es una empresa familiar, hasta el sentido de pertenencia que se ha formado por parte del equipo en todos estos años. Socios, trabajadores, clientes… todos forman parte de una gran familia y que transmite esa esencia en sus platos, que día a día se preparan con ingredientes frescos y con mucha atención a los detalles”, cuenta Marcela.
Y esos detalles impecables, terminan con un par de tragos más que nos llegan a la mesa, como el clásico Margarita, con tequila, limón, triple sec y goma. O el Acapulco, un trago de autor con tequila silver, triple sec, Pellegrini y pompelmo. Como no podemos terminar sin postre, nunca falla el Napoleón de chocolate, que termina de manera redonda la velada. ¡Viva México cabrones!
Instagram: @elzocalocl
Direcciones:Av. Providencia 455, Providencia / Av. Alonso de Córdova 4073, Vitacura / Av. Santa Elena 1579, Santiago / Av. Enrique Olivares 3189, La Florida
Web: www.elzocalo.cl