Para los que les gusta pedir delivery de comida, estas pizzas son una buena opción para disfrutar de un producto rápido, perfecto para compartir en familia y con la singularidad de utilizar cultivos en formato natural en su base, preocupándose de hacer uso de esta antigua técnica que mejora la digestión.
Por: María José Winter Donoso
La Capricciosa es una pizza con mozzarella, alcachofa salteada, jamón, albahaca y salsa de la casa. Su base tiene una fermentación de 16 horas y logra una crocancia perfecta después de pasar por un horno traído directamente desde Italia. Es una de las variedades más vendidas del local que se inauguró hace un año en Vitacura y que hoy está dedicado 100% al delivery.
La opción con carne mechada, merkén, salsa pimentón y salsa de carne o la vegetariana con mozzarella, cebolla, zapallo italiano, aceituna y pesto, también están en el ránking de las más pedidas.
“La esencia de este emprendimiento es la calidad de nuestros productos, la nobleza de la base, de nuestras materias primas y los procesos artesanales”, explica Constanza Blanco, periodista y creadora de la pizzería junto a su marido Camilo Mancilla. Este cultivo simbiótico de las levaduras, “tiene muchas propiedades en cuanto a nutrición y a la fácil digestión. Es una técnica pura que ha sido parte de la humanidad por siglos y que en Chile se está desarrollando cada vez con más fuerza”, afirma Constanza.
Esta idea comenzó con un regalo de cumpleaños. A Camilo siempre le gustó la gastronomía, y en enero de 2018, su esposa le regaló un curso de panadería artesanal. Desde ese día, la cocina de la casa se convirtió en un centro de operaciones, de ensayo y error, donde Mancilla comenzó haciendo pan y pizzas para compartir en familia. Debido a su éxito, decidieron empezar a vender.
“Camilo horneaba hasta las 5 de la mañana, y luego yo -que estaba en ese entonces en el postnatal de nuestro segundo hijo-, repartía el pan. Era difícil compatibilizar nuestros trabajos, pero siempre estuvieron las ganas de dedicarnos a algo que nos apasionara”, dice la dueña. A fines del 2018 se les presentó la oportunidad de arrendar un local. Ambos renunciaron a sus trabajos y en abril del 2019 abrieron sus puertas en un pequeño espacio en Vitacura.
Mucho más que una pizzería
En su carta también abundan las variedades de panes. Con aceitunas, integral, con semillas y saborizados con nuez o tomate ajo. Además, tienen un rincón dulce donde destacan los queques, brownies, galletas de chocolate y postres. Cuentan con un córner de productos, todos de pymes chilenas para complementar la experiencia de compra, como salsas, dátiles, miel, toffee, café, entre otros.
El emprendimiento se originó con el concepto de tienda de barrio. “Para nosotros es fundamental conocer los nombres de nuestros clientes, saber cómo le gusta la pizza, qué pan comen… conversar con ellos. Y ahora que por la contingencia hemos fomentado el delivery y nuestro público se ha ampliado mucho más, como no tenemos ese contacto físico, nos interesa mucho el feedback de quienes nos compran. Si tenemos alguna crítica, alguna valoración baja, nos preocupamos de saber qué fue lo que pasó, reparar errores, porque no estamos ajenos a eso, pero si podemos hacer algo por mejorarlo y que nuestros clientes tengan una experiencia de compra redonda, somos felices”, cuenta Coni.
A través de su sitio web, puedes saber acerca de sus productos. Tienen UberEats y Cornershop. Actualmente su horario de atención es de lunes a domingo de 10:00 a 20:30 horas en la tienda ubicada en Vitacura 5342.
Página web: https://www.depuramadre.cl/
Instagram: @depuramadre_