No tenemos nada que envidiarle a los aperitivos franceses. Acá en Chile tenemos nuestras propias delicias gourmet gracias a este emprendimiento enfocado en los quesos de cabra. El objetivo es ampliar un mercado poco desarrollado con productos sanos y ricos. Vamos preparando las tablas de picoteo caramba.
Por: María José Winter / @mjosew
“Empezamos comprando 40 cabritas. Hicimos una selección entre todos los predios y luego testeamos a todas para asegurarnos de empezar un plantel libre de cualquier enfermedad”. Así empieza la historia de Lácteos Callaqui, tal como afirma Roberto Matthei, Gerente General de la empresa distribuidora. Cabras de primer nivel, para lograr un queso de primer nivel.
Y qué mejor si agregamos experiencia y estudios. Porque los fundadores de este negocio son Felipe Matthei, agrónomo y lechero de toda la vida junto a Francisca Hernández, agrónoma y quesera con un magíster en ciencias de la leche y quesería artesanal en Francia. Estos productos habían sido parte de su experiencia profesional por años, pero decidieron dejar el mercado de las vacas y abrirse a un nicho menos desarrollado y que cumplía los requisitos que buscaban: lograr alimentos sanos, con beneficios para la salud y deliciosos. Con una visión clara, nace Lácteos Callaqui en 2013.
Se nos abrió el apetito. Vamos directo al grano. Dentro de su amplia gama, destaca el queso untable, cremoso, fresco, ligeramente ácido y muy versátil, ya que puede utilizarse frío o caliente y en preparaciones dulces o saladas. Muy similar al queso crema pero hecho a partir de leche fresca, por lo que mantiene sus cualidades nutricionales sin ser graso.
También destaca el queso para fundir, que si bien está pensado en un uso caliente, se puede comer a corte. Es espectacular. “Tiene un aroma y sabor muy equilibrado, pero está mezclado con la acidez del cultivo que usamos para darle su particularidad”, explica Roberto.
El marmite es de la familia de los pasta blanda (como el camembert o el brie), que se come sacando la tapa y untando su centro, el que se funde completamente cuando el queso alcanza su óptima maduración, a los dos meses. “A pesar de llegar a este estado, el marmite mantiene un sabor suave y equilibrado. Por sus apariencia este es siempre el protagonista de las tablas”, remata su fundador.
Al probar sus delicias, queda claro que la decisión de enfocarse en el mercado de los lácteos de cabra fue la más acertada. Y nadie debería verse privado de este deleite. Despachan a Santiago los días lunes, miércoles y viernes directamente desde la planta al consumidor para evitar cadenas intermedias y así poder entregar una mejor calidad. Los pedidos los pueden hacer directamente a su correo electrónico y muy próximamente en su página web con e-commerce.
Correo:ventas@distribuidoraziege.cl